N.S.
Villalpando.- La tarusa, la peonza, la chana, la estornija, también conocida como tórnija, la pelota mano así como la lucha leonesa representan algunos de los juegos autóctonos que han dejado de ser prácticamente desconocidos para los alumnos de 4º de la ESO del instituto de Villalpando, gracias a una labor de conocimiento y práctica de estas tradiciones desarrollada dentro de la asignatura de Educación Física.
Al inicio de este último trimestre la profesora de la formación deportiva, Eva Nieto, propuso a los escolares ahondar en los juegos típicos. «Principalmente nos hemos centrado en los de la provincia zamorana, tanto de la capital como de la comarca, y los de León», concreta la docente al tiempo que asegura: «en algunos juegos como la lucha leonesa o el billar romano hemos trabajado principalmente la teoría».
La tarea ha llevado implícita un verdadero trabajo de campo para los muchachos que, por grupos, han profundizado en un juego. Así Marcos Miranda, de Cerecinos de Campos, habló con sus abuelos y los mayores de su localidad para poder construir las piezas que componen la estornija, un juego de equipos que guarda ciertas similitudes con el beisbol y que consiste en dar con un palo en otro pequeño y puntiagudo por ambos extremos colocado en el suelo; el golpe lo hace saltar, y en el aire se le da un segundo golpe.
El muchacho ha realizado los elementos necesarios para su práctica «en unas cinco horas» siguiendo las directrices de los veteranos que le indicaron, entre otros aspectos, las medidas de la paleta. «Cuando les comenté lo que íbamos a hacer en el instituto les gustó», precisa orgulloso de haber creado el material que ahora utiliza junto con sus compañeros de centro para intentar dominar los entresijos de la disciplina.
Al igual que el equipo de Marcos, Iván Asensio y otros alumnos optaron por otro deporte. En su caso fue la chana, debido a que«ya conocía la existencia de este juego porque en Villalpando hay un grupo de personas que la practican». En el caso de Asensio, los morrillos y demás elementos han cedido desde La Chana de Villalpando, impulsada, entre otros, por Pablo Modroño.
De manera paralela, la profesora del instituto terracampino contactó con integrantes del colectivo que desde hace tres años juega a la chana en un solar del pueblo. «Desde un principio nos pareció una magnífica idea», apunta un aficionado a la chana. Por ello, pusieron a disposición de los jóvenes y del instituto las tres pistas en las que practican e incluso «han explicado ampliamente a los chicos como se juega», enfatiza Eva Nieto, mientras que algunos de los jóvenes afirma que «es divertido jugar a la chana. Entre los jugadores nos gastamos bromas, nos reímos... y de paso conservamos una tradición del pueblo». Además, fuentes del colectivo de la Chana indican que «estamos intentando hacer un aro para que antes de que concluya el presente curso los muchachos aprendan a llevarlo».
La docente de Educación Física empezó con esta actividad, prevista dentro de la asignatura, el curso pasado, «pero fueron menos deportes y por ejemplo en el caso de la pelota mano, las chicas tuvieron que darle con un palo», recuerda la formadora que de cara al período lectivo 2007-08 espera ampliar el abanico de prácticas típicas de la zona. «Pretendo que los chicos tengan algo más que conocimientos teóricos de la lucha leonesa o de billar romano» ejemplifica la profesional a la par que subraya: «deseo que conozcan jotas características de la comarca, pero tanto el canto como el baile, por lo que contactaré con algún grupo de folclore».
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