jueves, 10 de abril de 2008

EL LEONÉS CONSERVA ALGUNOS DE SUS RASGOS EN EL NOROESTE DE LA COMARCA


(Noticia aparecida en La Opinión de Zamora, 10-4-2008)

El profesor sayagués Julio Borrego Nieto apunta a la globalización como uno de los "enemigos" del dialecto

REDACCIÓN. "¿Qué queda hoy del leonés en Sayago?". A la pregunta dio respuesta ayer Julio Borrego Nieto, sayagués de Moralina y profesor titular de Lengua Española de la Universidad de Salamanca, que participó en las Jornadas Divulgativas 2008 sobre el leonés en Zamora a principios y finales del siglo XX, organizadas por el Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo".

La primera dificultad que planteó el experto lingüista es establecer los rasgos leoneses, «entendiendo por leoneses los exclusivamente leoneses», y esa delimitación no es siempre fácil de hacer. A partir del acotamiento, la conferencia de Julio Borrego se centró en determinar los rasgos lingüísticos del Reino de León que perduran en la comarca de Sayago. «Muy pocos» tanto desde el punto de vista fonético como morfológico. Más habituales son los rasgos sintácticos «porque la sintaxis no es tan consciente de lo que es un rasgo diferencial».

Pero sin duda el mayor legado del leonés en la comarca sayaguesa aparece en el léxico. Existe un abundante vocabulario de palabras raras que tienen un uso relativamente frecuente entre los habitantes.

Por zonas, los pueblos cercanos al río Duero -Villardiegua de la Ribera, Villadepera, Moralina o Torregamones- recogen la influencia mayor del leonés, que se va perdiendo a medida que se avanza hacia el sur, más dominado por el castellano. «Los restos más abundantes coinciden con la zona del Parque Natural de los Arribes del Duero», puntualiza el profesor Borrego Nieto. «El leonés se implantó hacia el occidente y se ha conservado más, quizá porque son zonas más aisladas».

Esa circunstancia puede haber favorecido el mantenimiento del leonés en el noroeste zamorano, al igual que la moda por lo típico, por la recuperación de lo autóctono, encarnada en museos, exposiciones o diccionarios. A ello se suma el celo con el que la población del medio rural protege su vocabulario, llegando a ser mal visto que alguien de fuera rechace los usos locales e incluso se mofe de ellos.

En contra del mantenimiento del dialecto juega la globalización y el «poco prestigio» por lo que hacen los habitantes. «Sayago no es una zona apta para constituirse en modelo de lengua sino más bien para recibir de otros».

El pronóstico final de Borrego Nieto es que «los elementos leoneses desaparecerán, pero llegarán otros».

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